La educación como parte del problema (solución)

El pasado 21 de junio asistí a la presentación de El libro rojo de Gaspar Llamazares en la Facultad de Económicas de Málaga, al finalizar la presentación hubo un turno de preguntas, donde se formó un interesante debate en el que pude participar.
Contextualizando un poco se habló de la situación política actual y el sistema por el que se rige esta sociedad. Antes de comenzar, el propio Decano, D. Eugenio Luque, haciendo de anfitrión de la facultad presentó al Sr. Llamazares al inicio, lo interesante de esta presentación es que el propio decano pronunció las siguientes palabras:

«Que no había alternativa»

Refiriéndose a la política económica de ajustes.
Yo sinceramente pienso que  lo que verdaderamente quería decir era «que parece que no hay alternativa» ya que es cuanto menos curioso que se traiga de invitado a un político de izquierdas que ha escrito un libro donde aparecen  alternativas a lo que está sucediendo y se le presente diciendo que no existen alternativas en materia de política económica.
Esto demuestra como el discurso único ha calado tan hondo incluso en profesores de economía de gran talla como el Decano de la Facultad de Económicas.

Dicho esto, y volviendo al tema del debate participé indicando que, en mi opinión, gran parte de todo lo que está pasando es un problema de educación.
En mi argumentación hice referencia a como el propio Decano de la Facultad indicaba que no había alternativas y como los planes de estudios de la facultad (en mi caso refiriéndome a la de Málaga pero casi con toda seguridad en toda España) son en esencia neoliberales y se nos da este tipo de formación como la única o la más aceptada verdad en el mundo económico y, por tanto, la correcta.

¿Cómo van a existir economistas críticos y alternativos si la formación que reciben está impregnada casi en su totalidad con el neoliberalismo económico?
¿Quién o quiénes van a plantar cara y rebatir los argumentos de esos «comités de expertos» que se reúnen para reformar las pensiones y que nos dan como única solución posible su precarización?

Tristemente nadie, ya que según la formación recibida no existe otra solución posible, con lo cual podrán seguir aplicando estas políticas con mayor facilidad que hasta hoy, ya que ahora existen algunos economistas críticos aunque con poca voz en los medios, por una parte, debido a la escasa diversidad y por otra a que son «La voz de su amo» pero es que en el futuro ni siquiera estarán esas pocas voces.

A mi denuncia se unieron algunas voces que también iban en esa dirección pero mencionaré de forma resumida una acertada intervención del profesor D. Francisco Fajardo.

Él decía que por un lado el giro de ideología en la universidad venia fomentado por los criterios de selección del profesorado en el que se tenían en cuenta la publicación en revistas de gran prestigio donde predomina un pensamiento liberal, cojo prestado la explicación de D. Alberto Garzón en su blog:

«El esquema de incentivos del sistema JCR hace que a ningún investigador le resulte rentable leer revistas heterodoxas y menos publicar en ellas, por más cosas interesantes que digan, porque no puntúan suficientemente en el currículum. Y si tu rival por la plaza de universidad es un neoliberal de primer nivel y le apasionan los modelos neoclásicos, y publicará por lo tanto en revistas con alto índice de impacto, a ti, que eres marxista y crees que otros modelos económicos son más realistas, te conviene más renunciar a tu objetivo científico y utilizar en su lugar modelos neoclásicos para publicar como tu rival. De lo contrario puedes perder la competición y quedar fuera. Lo que significa que será él el que enseñe economía en las facultades y no tú.» [1]

Y por otro lado que la culpa es del propio estudiante, en el que normalmente predomina la falta de participación, el desinterés y la apatía por eso no le interesan los planes de estudio ni va a demandar un cambio de rumbo en ellos. Simplemente quitarse la asignatura y seguir hacia adelante.

Yo estoy totalmente de acuerdo con los dos argumentos, incluso con el de la apatía, el desinterés y la falta de participación que suele ser lo normal entre los alumnos y entre mis amigos. Pero lo cierto es, que ese comportamiento en la mayoría de los alumnos sigue siendo en última instancia un problema de educación pero a una edad más temprana.
Desde pequeños no se nos educa para tener un pensamiento crítico que nos haga participar y dudar de las cosas que nos rodean (considero la curiosidad y el dudar de las cosas un comportamiento importantísimo para la formación intelectual) sino en estudiar un libro y volcar su contenido a posteriori en un examen, en este sentido y para profundizar más en esta cuestión recomiendo el documental «La educación prohibida». [2]

Como conclusión final quiero dejar claro que en mi opinión no todo en esta sociedad es culpa de un sistema educativo que únicamente transmite conocimientos y no otra serie de capacidades más importantes; más importantes porque una fecha, una formula, unos hechos o una definición se puede aprender acudiendo a un libro sin más pero el fomentar unos valores, un espíritu crítico o una conciencia son mucho más complicados de obtener y más decisivos a la hora de tener una sociedad idiota o una sociedad avanzada y que nos llevaría a una búsqueda de la verdad que haría que la sociedad española no fuera tan impasible a las falacias que el sistema propugna y nosotros tomamos como verdades.

Bibliografía:

[1] http://www.agarzon.net/economistas-heterodoxos-y-economistas-perezosos/

[2] http://www.educacionprohibida.com/

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